Hugo Aguilar Ortiz, el rostro indígena que llega a la Suprema Corte: defensor de la justicia pluricultural
En un hecho sin precedentes para la historia del Poder Judicial en México, el abogado mixteco Hugo Aguilar Ortiz será uno de los nueve ministros electos para integrar la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tras culminar una campaña nacional que se ha consolidado como una de las más exitosas del proceso electoral judicial.
Originario de Villa Guadalupe Victoria, en San Miguel el Grande, Tlaxiaco, Oaxaca, Aguilar Ortiz cuenta con más de 30 años de trayectoria en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Licenciado y maestro en Derecho Constitucional por la UABJO, ha ocupado cargos clave como asesor del EZLN en los Diálogos de San Andrés, consultor de la ONU en temas de territorio y recursos naturales, y actualmente como coordinador general de Derechos Indígenas del INPI.
Su propuesta ha sido firme y coherente: llevar una justicia con rostro indígena a la Corte, romper con la visión centralista del derecho y construir una SCJN que reconozca las pluralidades jurídicas, culturales y sociales del país. “La justicia en México ha sido históricamente lejana, ficticia y discriminatoria”, ha sostenido Aguilar ante audiencias diversas, apelando a una reforma profunda desde los pueblos.
Lo que ha marcado la diferencia en su candidatura ha sido el amplio alcance territorial y social de su campaña. Desde el inicio simbólico en la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, Aguilar Ortiz desplegó una gira nacional que incluyó visitas estratégicas en regiones como San Cristóbal de las Casas (Chiapas), Tepic (Nayarit), Tijuana, Ensenada y San Quintín (Baja California), así como Acapulco (Guerrero), entre muchas otras.
En cada estado, mantuvo encuentros directos con comunidades indígenas y afromexicanas —entre ellas pueblos mixtecos, triquis, wixaritari, yaquis y pai pai— y con organizaciones sociales, académicas y empresariales. El tono de la campaña no fue el del protagonismo personal, sino el de una lucha colectiva por una justicia más humana, territorial y comunitaria.
Uno de los momentos más simbólicos fue su recepción en San Quintín, donde la comunidad PaiPai le ofreció una ceremonia tradicional. Su discurso insistió en que los pueblos indígenas deben ser reconocidos como sujetos de derecho público, dejando atrás siglos de tutela y exclusión jurídica.
A lo largo de su recorrido, Hugo Aguilar Ortiz se distinguió no solo por su coherencia política y ética, sino por haber construido una campaña austera, respetuosa y profundamente arraigada en las causas sociales, logrando el respaldo de una diversidad de sectores que ven en él una figura capaz de transformar el aparato judicial desde sus cimientos.
Con su triunfo en la boleta morada —donde ocupó la posición número 34—, Hugo Aguilar Ortiz se convierte en el primer abogado indígena en integrar la Suprema Corte a través del voto popular. Su llegada no solo representa un hito en términos de representación, sino un viraje en la concepción misma de justicia en el país.
“La SCJN necesita romper su burbuja y entender la realidad del pueblo mexicano. La justicia no puede seguir hablando desde arriba ni en un solo idioma legal”, declaró recientemente en Acapulco.
La elección de Hugo Aguilar Ortiz no es solo una victoria electoral; es el reflejo de una demanda social por una justicia con raíz, con territorio y con rostro humano.
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